Como la noche anterior tardamos mucho en encontrar la zona friki de Akihabara, volvimos a ir y esta vez con mas tiempo y a una hora que las tiendas estuvieran abiertas. Estuvimos en toda la zona friki y vimos millón de tiendas de merchandising y polladas varias, pero me decepciono bastante ver que era todo orientado a un publico masculino (salido), era todo MOE, y mil chicas vestidas modo moe repartiendo publicidad. Lo que si me llamo muchísimo la atención fue la electrónica, había de todo de segunda mano, súper cámaras de foto réflex maravillosas por menos de 200€, portátiles y todo tipo de electrónica tirado de precio.
Señor simpático de la estación de Shibuya |
Pero a lo que iba, cuando nos sentamos junto a Hachiko, un señor saludo a MJ y le pregunto de donde éramos, estuvo hablando con nosotras un rato y nos indico por donde podíamos ir hacia el 109, nos hicimos una foto con el de recuerdo y cuando ya íbamos de camino al 109, el buen hombre nos alcanzó y nos guío personalmente, super amable y simpático.
Cuando llegamos al 109 resulto que estaba en rebajas y creo que nadie puede imaginar el infierno que supone un edificio de 9 plantas donde en cada una de ellas hay un mínimo de entre 10 y 15 japonesas anunciando a gritos las diversas ofertas de sus respectivas Tiendas. Todo esto con la increíblemente estridente voz de pito que las caracteriza. Aquello era el infierno en la tierra.
Al final nos recorrimos el 109 sorprendiéndonos en cada planta con las distintas tiendas y estilos, vimos por ejemplo una tienda de cosméticos y complementos donde había como unos 1000 tipos distintos de pestañas postizas y otro tanto de pegamento para ponerte los ojos occidentales, vimos varias tiendas única y exclusivamente de sombreros, así como una de pelucas.
Después de ver casi todo el 109, de una compra decepcionante de unas supuestas plantillas milagrosas por las cuales no me dolerían los pies, y de escuchar gritar a todas las dependientas del 109, salimos para poder sentarnos y de paso me fumé un cigarro, como estaba con la cosa de comprar tabaco japonés, no solo por probarlo (que me han dicho que es distinto) si no por tenerlo de recuerdo, decidí comprar un paquete en una de las maquinas expendedoras. Metí el dinero y seleccione la marca, y entonces... Nada. Aquello "ni palante ni patras", no me daba el tabaco pero tampoco me daba el dinero, y entonces apareció un muy amable "salary man", acerco su "DNI" a la maquina y salio el tabaco (otra muestra mas de la simpatía y amabilidad japonesa). Resulta que como allí se toman muy en serio eso de que no venden tabaco a los menores de 20 años, pues para comprar en una maquina debes demostrar que tienes mas de 20 años.
Después de nuestras experiencias varias en el 109, fuimos en busca de un Book Off oculto que había por allí, compramos cosas varias a precio de risa y nos metimos a almorzar/cenar en un sitio donde vendían pasta y además te podías sentar. Si, comimos pasta, pero aun así tenia ese inconfundible regusto a comida oriental.
Maravilloso y productivo trayecto en metro:
Para volver al hotel, teníamos que recorrernos la línea "Ginza" completa, que va desde Shibuya hasta Asakusa, de modo que tuvimos seguramente mas de media hora de trayecto en metro, pero fue súper productivo, primero una estación después que nosotras, entraron un par de estudiantes ultra monos, a los que bautice con los nombres de "monoso" y "bello durmiente", porque dos paradas después de subirse al metro se quedo dormido dando cabeceadas sobre MJ, el monoso se sentó enfrente nuestra y nos dio para un rato de conversación sobre el (maravillas d hablar un idioma que NADIE, entiende), pero nuestra conversación cambio drásticamente cuando subieron al vagón "Paco y Pepe" un par de salary man que eran la pareja perfecta salida de un manga Yaoi, según mi prolifera imaginación, ambos trabajan en la misma empresa pero cada uno en una sección, desde hace un tiempo empezaron a estar en contacto porque las dos secciones tuvieron que trabajar juntas, de modo que ellos dos se conocieron (redacto esto mientras estoy sentada en un bus en Kyoto, al lado de una pobre señora que esta experimentando conmigo la experiencia que supone tener un culo que se sale del tamaño medio japonés), el caso es que desde que paco conoció a Pepe el día aquel que hicieron horas extras juntos, ahí surgió el amor, al menos a paco se le notaba en la mira a cada palabra de Pepe se reía cuan colegiala enamorada y de hecho cuando Pepe se bajo 3 paradas antes que Paco al pobre Paco se le cambio la cara y empezó a estudiar mentalmente las distintas formas de quitarse la vida debido al trauma que le suponía ese amor oculto y oscuro.
Y así terminó nuestro tercer día en Japón.